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La filosofía basada en el apoyo y soporte, en la transparencia y la cercanía, sirvieron de base para el nombre del proyecto: Valda.
Una palabra corta con memorabilidad asociada al almacenaje. Ya sabes, ese guiñito a la balda, la tabla para apoyar y colocar objetos 😉
Su logo tiene un caracter elegante y serio por el sector en el que se encuentra. Pero genera una gran diferenciación gracias a su personalidad joven, combinando mayúsculas y minúsculas. El concepto de balda está presente en la «L» que sujeta y ampara a la «D» dentro de la composición.
La gama de colores, el pattern, las tipografías y demás elementos conforman un universo visual sofisticado, relajado y hasta natural.
Y es que ayudan a transmitir la confianza y seguridad hacia los posibles inversores que puedan entrar en contacto con la marca.
¿Y sobre la web? Pues la verdad tendrás que visitarla para disfrutarla como es debido (tranqui, que te ponemos un botón con el enlace 😉).
Te adelantamos que las composiciones con líneas, separadores y fondos de color ayudan a estructurar el contenido. Además dan una sensación de organización en casillas, enfatizan la estética del Branding generado, pero también continúan con ese concepto de almacenar y ordenar.
Si es que siempre pensamos en todo 😄.